LO PUNITIVO Y SU SOPORTE POLÍTICO. JIMÉNEZ DE ASÚA Y EL P.S.O.E.


LO PUNITIVO Y SU SOPORTE POLÍTICO.
JIMÉNEZ DE ASÚA Y EL P.S.O.E.

“Siendo, el derecho penal, de carácter público, y encargado de proteger más eficazmente que ningún otro la subsistencia, seguridad y organización de la sociedad y los demás bienes jurídicos estimados en ella de primordial importancia, se comprende que su orientación dependa de la conformación de dicha comunidad y que estos bienes considerados más importantes cambien según las concepciones y valoraciones sociales encarnadas en una organización política. Y, por otro lado, la posición del individuo en el grupo determina la intensidad posible de la acción estatal sobre él y fija, de consiguiente, el sentido y las limitaciones de la función penal. Por lo cual, tampoco son de extrañar las íntimas relaciones de lo penal con lo político, ni que quien estudie nuestra rama jurídica y escrute cómo debe evolucionar y mejorarse no pueda prescindir de considerar con suma atención la dimensión o el soporte político de lo punitivo.

   Como es natural, en esta cuestión son ineludibles y resultan precisas las convicciones y las opciones, es decir, las tomas de posición, personales. Sólo desde y mediante ellas es dable valorar un ordenamiento y perfilar su reforma o sustitución. Pues bien, ya se ha señalado que Jiménez de Asúa era, ante todo, un liberal. Mas con el liberalismo combinó su adscripción al socialismo de corte marxista, en una interpretación o versión de éste completamente humanista y, por ende, más que opuesta, beligerantemente refractaria a todo autoritarismo y a cualquier totalitarismo. De ahí, su incompatibilidad con el denominado —a buen seguro, de manera impropia— comunismo de Stalin y sus seguidores. Era, pues, un liberal de definido y avanzado sentido social, o un socialista de insobornable espíritu liberal, como es probable que se requiera tanto para ser un auténtico liberal como un buen socialista.

   A este propósito, puede ser oportuno destacar que nunca aceptó que el partido en que desenvolvió toda su vida política, el Partido Socialista Obrero Espa­ñol (P.S.O.E.), dejara de ser un partido de clase y perdiera de su nombre el calificativo de Obrero, para convertirse en un Partido, Socialdemócrata que sirviera de apaño o tapadera a cualquier capitalismo, si es que hoy cabe hablar de cual­quier capitalismo, y no, más bien, de un capitalismo único, el capitalismo trasnacional, un capitalismo sin patria ni fronteras”. (De “La figura de Jiménez de Asúa en el Derecho penal”, 1989).