Hace ya 14 años, el 31 de
diciembre de 2000, con una soleada mañana santiaguina despedíamos el cuerpo de Manuel de Rivacoba.
Él, esto es, su obra, continúa latiendo;
y parte de ella recogemos en este sitio
electrónico.
Obra que se lee y conoce por miles de lectores de
muchas partes del mundo.
Saludos afectuosos a todos ustedes.