"Los diez de Hollywood".



“Nadie sabe lo que haría si un comité inquisitorial lo pusiera ante el dilema de traicionar sus propias creencias y a sus antiguos camaradas o renunciar a su propio estilo de vida. La respuesta de Lardner encaja a todas luces con la definición de coraje propuesta por Hemingway: ingenio en circunstancias hostiles. «Podría contestar, pero si lo hiciera me odiaría cada mañana», replicó al presidente de la comisión J. Parnell Thomas”.
(Victor Navasky, presentación a  la edición digital de I’d Hate Myself in the Morning, de Ring Lardner Jr., traducción de José Moreno Torres, 2000).

Extendida es la práctica del régimen del capital de marginar laboralmente al disidente (sus queridas “listas negras”), quebrando, de paso, sus vidas y las de sus familias. El ámbito sindical es muestra viva.
Por añadidura -y en no pocos casos- les encarcela.
A mediados del siglo XX, un breve documental (“Los diez de Hollywood”), dirigido por John Berry ilustró lo que se ejecutaba en diez guionistas, directores y productores de cine (fueron muchos más).
Algunos fueron combatientes republicanos, contra el fascismo y el nazismo.
Poco después, el propio Berry fue incluido en tales listas.